Hoy es un día triste para mí. Triste, porque ayer mataron a una persona, Isaías Carrasco en Mondragón, y lo hicieron a quemarropa, a sangre fría. Por si eso no fuera poco, también apareció el cadáver de la niña de cinco años Mari Luz Cortés ,en Huelva después de cincuenta días desaparecida.
Antes estas circunstancias, no tengo el ánimo de escribir, tan sólo solidarizarme con las familias de las víctimas, que tan mal lo estarán pasando. A éstas, y a todas las víctimas del terrorismo y de maltrato de cualquier clase ( físico, psíquico, psicológico) me gustaría dedicar mis palabras de hoy.
Ojalá que algún día no muy lejano, se acabe esta pesadilla y podamos vivir en paz.
Quiero expresar mi condena y repulsa más enérgica por estos acontecimientos. Ojalá que los asesinos se pudrieran en la cárcel y en el infierno el resto de sus días.
Mi más sincero pésame a la familia de las víctimas, y ojalá que los asesinos/as se pudran en la cárcel y toda su vida sea un infierno.
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La tristeza por los tiempos que vivimos en todo el mundo es cada vez más profunda, el desánimo acompaña las vidas de los seres humanos, y lejos de mejorar cada día empeora, ya que los líderes políticos del mundo entero nunca van a pensar en el beneficio común solo en el suyo propio.
ResponderEliminarUn saludo desde el otro lado del mundo Rampael, un abrazo, me gusta tu espacio, lo visito hace dias, solo de pasadita por mi tiempo, te invito a mi blog http://gotitasdemialma.blogspot.com
Gracias por tu comentario
ResponderEliminarUn abrazo