Desde que nacemos, nuestros sentidos nos informan del entorno en el mundo exterior, tal y como ya hemos expuesto en otras ocasiones.
Estas informaciones acumulan en nuestra memoria y nos permite ser precisos.
Si por ejemplo, acercamos una mano al fuego, el cerebro, en cuestión de milésimas de segundo, nos manda un mensaje diciendo: ·Hey quillo, no acerques tu mano ahí, porque te puedes hacer pupita", y rápidamente la apartamos, aunque algunos no escuchen lo que dicen y se quemen.
Vivimos en un mundo supermegahipergigacompetititvo, donde el conocimiento y la información lo es todo. Hasta tal punto esto es así que algunos medios, lo que hacen es saturarnos de información para producirnos hiperinformación.
El conocimiento, es saber, el saber es información y cuando no tienes información, no tienes conocimiento, pero si tienes más información de la cuenta, y no te da tiempo a procesarla, lo que tienes es un lío del ca...jo.
Y bueno, decirte, para tu información, que esta disertación se ha acabado.
Y por eso lo pongo en tu conocimiento.
Un saludo.
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