Atención, atención: Es curioso que se use esa palabra para llamar la idem.
Desde que nacemos, los seres humanos captamos todo aquello que nos llama la atención. Es como si las cosas, nos mandaran un mensaje diciendo:"atención, atención, mírame o tócame, que estoy aquí". Algunas veces, esas mismas cosas nos producen tensión o, incluso distensión.
Cuando desarrollamos nuestras potencialidades de comunicación, también desarrollamos nuestra atención. Algunas veces, la dejamos dormida o traspuesta, y cuando esto ocurre, no hay una comunicación clara entre las personas.
Y es que la atención nos permite fijarnos en cosas que, de otra forma, pasarían completamente desapercibida a nuestros sentidos. Gracias a la atención, por ejemplo, nos podemos dar cuenta cuando alguien está despeinado, o se ha dejado sin colocar los calzoncillos, o incluso tiene el coche vestido de faralaes.
Y curiosamente, las cosas que nos llaman la atención, entran mejor en nuestros sentidos y hacen que se graben más fácilmente en la memoria.
Si vemos una hilera de coches todos iguales, y, de repente, vemos uno vestido con lunares de color fosforecentes, al ser una cosa inusual entre los coches el ir vestido de esa manera, nos llamará mucho más la atención que el resto de los coches.
Desgraciadamente, en nuestra vida diaria, no prestamos demasiada atención a demasiadas cosas, y luego nos lamentamos, cuando quizá sea demasiado tarde.
Una relación de pareja, una distracción un momento, mientras conducías un coche y que hace que te estrelles contra otro coche, o contra un tercer elemento ( un muro, un obstáculo, etc).
Y precisamente, es en el proceso de comunicación diaria, cuando debemos prestar más atención que nunca. Si encima de que la comunicación entre personas ya es difícil de por sí ( en charlas anteriores demostré que una cosa es lo que uno dice y otro es lo que entiende), imagínate si, encima no le prestas atención y no entiendes lo que se intenta explicar. Simplemente es un desastre calamitoso.
El proceso se complica más , cuando uno de nuestros sentidos ( principalmente el oído, que es el que nos permite oír y escuchar) se encuentra mermado de facultades, ya sea porque haya perdido sensibilidad auditiva, o ya sea porque el entorno donde desarrollas la comunicación no es el más idóneo para establecer una comunicación pertinente y óptima.
Me pregunto, cuál será el mecanismo que adopta el cerebro para cuando un tema no nos llama la atención, manda un mensaje al oído diciéndole:"quillo, cierra las ventanas, porque lo que el otro te está diciendo, no te interesa".
Probablemente, exista algún tipo de proceso químico en el cerebro, por el cual, unos temas merecen nuestra atención y otros no.
Al igual que cuando vamos a una tienda, a comprar un artículo, por qué algunos artículos despiertan nuestra atención y otros no?
En fin, no soy un erudito del tema, simplemente me rijo por el sentido común, y espero , al menos haberos despertado vuestra atención, aunque sea sólo un poquito.
Porque la atención es ese bello durmiente que despierta cuando alguien le llama la idem, atendiendo entonces , y que duerme cuando está tendida.
A veces, tiendo a tender... la ropa, y otras tiendo a entrar en tiendas, no precisamente a tender, pero algunas personas sí que me atienden. Es lo que se llama "Atención al cliente".
Un saludo.
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